PASQUIN POLITICO COLOMBIANO

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domingo, 15 de mayo de 2016

CORONEL MEJÍA GUTIÉRREZ

-"Me niego a arrodillarme" es su libro con su testimonio realmente estremecedor, como lo resalta Plinio Apuleyo, en el prólogo.Un soldado, un hombre de convicción y honor, como pocos, un héroe de la patria, privado hoy y desde hace 9 años de su libertad. Todos los colombianos deben leerlo. Que sepa yo, se encuentra en la Editorial Oveja Negra y el la librería Nacional, donde yo lo compré por 30 mil pesos.A continuación relato algunos aspectos de su libro.Cito que fue traicionado por seres despreciables, que investidos de poder negocian las instituciones y las cabezas de hombres honestos, los militares invictos en la guerra. Juanpa, Sergio Jaramillo, De la Calle, seres infames sedientos de poder, y el público, un país ávido de venganza y exigiendo culpables, un pueblo manipulado, la prensa, casi toda ella controlada con la mermelada oficial y fuerte promotora del horroroso carnaval, que puede decirse, comenzó con le edición de la revista Semana, dirigida como se sabe por el sobrino de juanpa, "De héroe a Villano" así la tituló el 29 de Enero de 2007, donde añadió:Uno de los oficiales más condecorados del ejército ganó sus medallas gracias a una alianza macabra con Jorge 40 acompañada de una constancia del Comando del Ejército, firmada por el Coronel Emilio Enrique Torres,que certifica que el Coronel Mejía Gutiérrez jamás fue condecorado en el departamento del Cesar o en su gestión como comandante del Batallón La Popa. Miserable, pues sí lo fue. Resultó fácil para los bandidos de cuello blanco acompañarse de la prensa para componer una patraña contra el honor de un ejército que ahora tiene jefes pero no comandantes para defenderlo. Oficiales que buscan ascender, y lo consiguen, sin haber untado su uniforme de sudor, de pólvora y de la sangre de jóvenes soldados, que resultan muertos o heridos. Veamos las cifras del departamento del Cesar, en dos años como comandante del batallón La Popa: 23 soldados muertos, 122 heridos y 62 mutilados. Él mismo fue herido en combate, despertó en una Clínica en Valledupar. En Aguas Blancas, en las arrugas profundas de la Sierra Nevada, pudo rescatar a 30 personas secuestradas, diezmó y causó numerosas bajas a los frentes 19 y 59 de las farc, pero aún tenían a dos ganaderos secuestrados, no suspende la operación, el teniente Mahecha los rescata, dan de baja a 2 terroristas más, un soldado es herido. Retorna al cuartel, 20 horas después, con 5 hombres malheridos y 100 soldados quemados y deshidratados.En el puesto de policía de Aguas Blancas hallan a un oficial asesinado y 3 agentes malheridos. Tal fue la aterradora batalla, una entre muchas, que debió librar en la región, para que 10 años después un fiscal especialista de Derechos Humanos, sin fundamento alguno y por cuenta de una campaña aniquiladora de la verdad, las designe como operaciones destinadas a crear"falsos positivos" Las versiones improbables de los terrorista que siempre combatí legalmente con las armas de la República son más creíbles para los funcionarios de la administración de justicia, que una vida impecable de tres décadas como soldado de honor no sean suficientes como para imponerme cadenas,la humillación, la ruina y el deshonor. Poco después de asumir el mando descubre que faltan en los almacenes armas, cien mil cartuchos para fusil, uniformes y repuestos. Desenmascara la banda criminal y lleva ante la justicia al Sargento Edwin Guzmán Cárdenas, su jefe. Y aquí comienza su desgracia. Cinco años más adelante, este sujeto fue sacado de la cárcel en los Llanos orientales donde purgaba pena por otros múltiples hechos criminales, le asignan protección de la Armada Nacional, le ofrecen beneficios jurídicos y económicos, para que lanzara la más atroz versión sobre hechos de armas, en sitios donde jamás estuvo, ni antes, ni durante, ni después. La comunidad del Cesar despide al Coronel como un héroe, con pañuelos blancos y así lo honraron por la paz lograda, un gran honor para un soldado que salió llorando y una gran alegría de la sociedad que reía y celebraba porque el ejército había recuperado sus vidas y su alegría. Su siguiente regreso al Cesar sería bajo custodia y prisionero. Sergio Jaramillo, Mario Iguarán y otros se habían aliado con curtidos delincuentes, para arruinar la vida de sus subalternos y arrasar a nuestras atormentadas familias. La infamia nace con juanpa que, al lanzar su campaña presidencial, necesitaba mostrar, como lo había prometido, que tomaría el toro por los cuernos para depurar las fuerzas militares. Así lo dijo la revista Semana. El Coronel Mejía Gutiérrez era el trofeo. El 26 de Enero del 2007 con un libreto escrito por Sergio Jaramillo, arrasó con la vida y el honor del mejor soldado que ha tenido Colombia. Ni Jorge 40, ni ninguno de sus subalternos, ni en ninguna agenda, ni computador, apareció el Coronel. Al contrario había órdenes de asesinarlo. Vale la pena señalar a los operadores de la justicia que se aunaron a la presión oficial contra el Coronel: Hermes Cruz Calderón, Octaviano Tapias Sánchez desaparecen material con información neurálgica en Valledupar,de propiedad del Estado. La fiscal 33 de Derechos Humanos de Barranquilla, Luz Amparo Cuartas, trasladó al proceso declaraciones de delincuentes que acudían voluntariamente a su despacho.Guillermo Linares Coronado, su técnico judicial, recoge versiones falsas e ilegales de Hugues Romero y Randy Julio Torres que han sido empleadas en 27 procesos contra militares. El ex-sargento Guzmán Cárdenas, el traficante de armas, se convirtió en el nuevo mejor amigo de la fiscalía y el Ministerio de Defensa, el testigo estrella en muchos procesos. Direccionado por el viceministro Jaramillo y por la Unidad de Derechos Humanos de la fiscalía. Resultó que Guzmán conocía y había estado en contacto con Generales, senadores, industriales, etc. Hasta el acucioso fiscal, Hermes Cruz Calderón, cita a declarar a un terrorista muerto hacía más de dos años, pero ante la evidencia de que había muerto, la coordinadora de Derechos Humanos, Sonia Yaneth Castelo, una infame aliada de Jaramillo, salió a los medios, TV, Semana, El Tiempo, Cambio, a decir que el Coronel Mejía estaba amenazando y asesinando a los testigos. Es una verguenza, dice Mejía Gutiérrez, que en el 2013, la fiscalía tenía a 2800 militares privados de la libertad y 7 mil más vinculados por los capturados y desmovilizados de los grupos armados ilegales, entre los cuales, en este año, solo existían 3 condenas a gente que había cometido más de 24 mil homicidios, hurtos, desplazamiento forzado, reclutamiento de menores, etc. El objetivo eran los soldados, no los terroristas. Los fiscales asignados a los militares eran 6 contra uno de ellos. Diariamente, dice Mejía, el tercer piso del bunker de la fiscalía era visitado por Iván Cepeda, Jorge MOlano y Sergio Jaramillo, quienes, no lo duden, animaban y felicitaban a los distinguidos mamertos instructores, lo digo yo. Las leyes de la República no cobijan a los soldados. Para nosotros no hay un debido proceso, no existe el derecho a la honra, no hay presunción de inocencia, no se aplican los derechos humanos.Este es un esbozo de las maldades que ha sufrido el Coronel, pero me parece horripilante lo que narra en el capítulo 12, "La Justicia en mi patria". Léanlo por favor. Termino señalando que su hermano Misael fue torturado y asesinado en el HUila. Lo dejaron con una leyenda: Otro premio para el mejor combatiente de Colombia, Farc-EP. A su cuñado Marco Tulio Pérez,lo secuestran en el 2002, un año después lo liberan luego de entregarle a las farc todos los bienes de la familia, más dineros prestados, pero disponen que sea su hijo mayor, Carlos Andrés, el que entregue la última parte de la plata, liberan a Marco Tulio y dejan a su hijo secuestrado, un año más, hasta el 2004. Y como si fuera poco el sufrimiento de esta familia, en el 2005, su hermano Juan Carlos, un excelente oficial del ejército, con base en chismes de fiscales y delincuentes, es detenido por la fiscalía, por unas operaciones militares ocurridas 12 años atrás, en un lugar donde él nunca estuvo y con una unidad militar a la cual jamás perteneció. Fue privado de su libertad un año, pues el fiscal era Fernando Castaño Ariza, exintegrante dell ELN, el mismo que validó, como coordinador de Derechos Humanos, las acciones ilícitas en contra del Coronel Hernán Mejía Gutiérrez, el hombre de honor, un héroe de Colombia. El pasca considera necesario que lo escrito en su libro se conozca y, por favor, si los soldados de Colombia merecen su respeto, háganse a un ejemplar de su libro, para el pasca, Edelsio,