-Un congresista honorable, Oscar Arboleda, un patriarca de la política antioqueña, conservador uribista, figura prestante del conservatismo, es acusado por criminales de reunirse, junto con Luis Alfredo Ramos y otros dirigentes conservadores, con la plana mayor de las AUC, en una finca en Bello, para favorecerlos a cambio de los votos en sus zonas de influencia. Un hombre que fue gobernador encargado, importante dirigente empresarial, un hombre conocido en el departamento, al igual que Mauricio Pimiento en el departamento del Cesar, condenado a 6 años por testimonios de criminales, a los que ofrecen beneficios jurídicos, rebaja de penas, auxilios en dinero, asilo en Canadá con sus familiares, para que enloden y destruyan al país. Al igual que Mario Uribe, primo del presidente, Gómez Gallo, el Coronel Plazas Vega, el General Arias Cabrales, el Coronel Mejía y numerosos militares y parlamentario más. Un hombre decente, miembro de la Comisión de Paz de la Cámara y como tal bien que podría haber hablado con ellos o con las Farc, pero no lo hizo. Todo lo que dicen los bandidos es creíble, dice. A los que están al márgen de la ley se les cree. En el año 2002 obtuvo 38000 votos, en el 2006, 26000, esto es, que esa votación que le imputan se le volvió en contra. Al igual que Pimiento. Una infamia más de esa corte y fiscalía mamerta. Un hombre que no tiene una sola glosa en su larga vida de funcionario público. Su verdad se convierte en mentira, agrega. En eso anda esa justicia indigna, buscando entre los criminales que encarceló y/o extraditó Alvaro Uribe a E.U, testimonios mentirosos contra gente honorable. A mi me extraña que Piedad Córdoba e Iván Cepeda, o el magistrado Velásquez, recojan testimonios en las cárceles de los que fueron sus verdugos. Se olvidan quienes fueron los que exterminaron al brazo político de las Farc: la Unión Patriótica, Manuel Cepeda, Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Pizarro León Gómez, Jaime Garzón, etc. El mundo al revés, mala memoria tienen, pero hoy son sus aliados, personajes siniestros que declaran lo que sea para cobrar venganza del uribismo que los extraditó o metió en la cárcel. Pero la gente que se reune a diario con las Farc, que traen y les llevan mensajes, los que aparecen en los computadores de esos bandidos, contra ellos ni una sola investigación. Los políticos conservadores antioqueños pueden estar con la conciencia tranquila, la cabeza en alto. Esos ataques infames contra personas intachables no pasarán.
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