-Nicolás Marquez, joven escritor argentino, está en Bogotá promoviendo su libro: El Canalla. Examina detalladamente sus escritos, su correspondencia con su familia, sus esposas, sus amigos, su diario, etc. y obviamente, no entiende la idolatría y su apología que hacen en el cine, libros, etc, de un vagabundo, mal médico, admirador fanático de ese criminal que fue Stalin, responsable de la muerte de 20 millones de soviéticos.Todo en su vida fue una Historia de fracasos. Aquí en E.P. ya hemos escrito al respecto.Basado en sus propias cartas, se jactaba de los asesinatos que cometió personalmente. En la Sierra Maestra: 14. En Santa Clara: 23; En la prisión de la Cabaña: 165. Aquí, siendo director, ordenó el asesinato, incluso de jóvenes de 14 años, de cerca de 1500. Era de hecho un pistolero, un sicario, que degustaba e indicaba la forma como las balas penetraban, con lenguaje técnico, o mejor, médico. Presidente luego del Banco Nacional de Cuba, un hombre que no sabía lo que era un cheque. Ante su incompetencia Fidel lo anima en su aventura en el Congo, donde ningún negro le aceptó una orden. Allí se la pasó jugando ajedrez y ante las presiones de un ejército surafricano, tuvo que huír. En Salta, al norte de Argentina, envió a Jorge Masetti con cubanos que no convencieron a nadie. Los campesinos los delataron y los gendarmes acabaron con ellos. En Bolivia, donde murió, demostró ser un pésimo estratega, cero éxitos de este asesino y pésimo guerrillero.
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Felicidades, por fin alguien escribe sobre la verdad de este asesino que vino a Bolivia a matar y dejar mucho dolor. Gracias al Ejercito porque ahora fueramos otra Cuba. Felicidades, yo buscare una copia.
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