CARTAS : SOLO CON ANESTESIA

-Pasaron aquí en el teatro Odeón de La Unión unas películas  brasileñas bastante eróticas:  La fuerza de los Sentidos, con Aldine y Paulo Ramos. A Aldine la vimos completamente desnuda, con mucho " charme" ( está bien así, Edelsio?) , aún cuando no lo es tanto, vista por detrás. Estos detalles anatómicos sobrepujan cualquier otro aspecto crítico. Paulo Ramos es cabalgado por Aldine, en un tipo de coito que debe ser de lo  peor para los dolores de espalda, estimo sea bastante doloroso. Lo digo por los espantosos gemidos de los actores y sus expresiones de un sufrimiento patético, que me inducen a aconsejar que tales ejercicios sean realizados con anestesia local. Todo transcurre en una playa en la que un escritor de historias fantásticas se encuentra con una sordo-muda que le ofrece un molusco muy parecido a un caracol. En las noches ese molusco comienza a soplar tal como los ciclones del Caribe. Ahí el escritor sale a la playa y, sin hacer caso de las edades y estado civil, se deja comer, mejor digo, poseer, por todas las burguesas de las vecindades, siempre escoltado por la sordo-muda, que se asombra de todas aquellas inversiones de posición entre el órgano sexual masculino y el de la mujer, activa, por encima del hombre, o pasiva, por debajo. Son misterios de la parapsicología. Estas acciones son acompañadas por las constantes apariciones fantasmales de una mujer, la señora Hartman, que hace 25 años espera por su marido, atormentada por vicios secretos y con el mismo rostro de la sordo-muda. Hay más, esta mujer es ninfomaniáca Su marido tenía que amarrarla a la cama, para imposibilitar sus promiscuas escapadas nocturnas. Una noche el escritor excitado por el sonido del caracol sale a la playa y la ve desnuda encima de un peñasco, a la orilla del mar. Finalmente usted volvió, dice la señora Hartman, lanzando efluvios voluptuosos.  Perdón, yo no soy su marido, se excusa el escritor, con sus oídos exhaustos aún por el sonido del caracol. De ahí a poco, el estará sofocado y gimiendo penosamente bajo la señora Hartman, en el aquel lecho de piedras y ostras, mientras la sordomuda se masturba furiosamente. Chocante, cierto Edelsio?  No volveré a una sala de cine, jamás, jamás, jamás. -" Los siete gatitos", Lima Duarte insulta a las madres de varias garotas y, a cierta altura, con los ojos inyectados de sangre, pregunta a las jóvenes: quien está dibujando "falos" voladores en las paredes de la Escuela ? Escuela  convertida en burdel. Allí se observa a una colegial desguarnecida de su ropa interior.  Regina Casé exhibe su región pubiana con la mayor desinhibición, en cuanto Antonio Fagundes saborea los pequeños senos de Sonia Díaz. Todo con la mayor pervertida  inocencia, ya demostrada en "la tienda de los milagros"  -"Bye Bye Brasil": Un filme bellísimo, excelentes comediantes, un humor eficaz, la gente ríe a valer, como cuando José Wilker, en viaje de trabajo por la Transamazónica, una inmensa cicatriz en esa selva cerrada, observa que "la floresta es virgen porque el viento es fresco como un gay". En este filme todo el mundo pone cuernos: el acordeonero come a la rumbera, el proxeneta come  a la mujer del acordeonero, etc. Cuando este último se torna insistente, la rumbera le advierte que solo da cuando ella quiere y a quien quiere, Marly Tavares, Choachí.
 -E.P.Ed. Todas las pasiones están despiertas, ciertamente, mi querida Marly. Al pueblo le gusta ver esta clase de películas, los glúteos lujuriantes de Bety Faría, subiendo y bajando, en cuanto, por debajo, un burgués sudoroso exalta los méritos domésticos de su esposa, quien sirve para todo menos para una colisión carnal con las posiciones invertidas. Es chocante lo que viste. Donde están los defensores de la moral y las buenas costumbres de esos pueblos del oriente de Cundinamarca ? Hay una canción de Chico Buarque de Bye, Bye, Brasil, que diz: "oi,  corazao. Nao da pra falar muito, nao. Assim que o inverno passar, eu acho que  vou te buscar. Aquí está fazendo calor"