Por Ricardo Puentes Melo
No es nada fácil hablar de las relaciones de Gloria Cuartas con las FARC, porque quien se atreve se expone a que un miliciano de la guerrilla lo degollé, como ya ha sucedido con varios testigos que tuvieron una muerte horrenda por osar hablar de la siniestra trinidad compuesta por el cura Javier Giraldo, la hermana Clara y la señora Gloria Cuartas, ésta última elevada a la altura de heroína nacional por el hoy presidente Juan Manuel Santos.
Para quienes no lo sepan, Gloria Cuartas Montoya –admirada por el camarada Santos- acaba de ser nombrada directora del Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal (IDPAC), un importante cargo que le permite gozar de una influencia directa sobre las Juntas de Acción Comunal y otros organismos comunales en la ciudad. Un cargo desde el cual apoyará con jugadas chuecas y profarianas, sin duda alguna, a su camarada Gustavo Petro, el guerrillero terrorista amnistiado que aspira a convertirse en Alcalde de Bogotá.
¿Y quién nombró a Gloria Cuartas en este estratégico puesto..? Nada menos que la alcaldesa encargada, Clara López Obregón, esposa de otro zar de la contratación (Carlos Romero) aún intocado por la justicia gracias a las excelentes relaciones de la doctora Clarita López, sobrina del elenofílico Alfonso López Michelsen, a su vez, padrino político del camarada Santos a quien no le importó que la doctora Clarita hubiera participado del carrusel nauseabundo de la contratación siendo secretaria de gobierno del alcalde Samuel Moreno, y la nombró dándole carta blanca para que el robo de la izquierda a las arcas de la ciudad se mantenga y, de paso, se le dé más juego a las guerrillas comunistas trayendo, como ya se demostrará, a una de las mujeres más malévolas del país (y que el camarada Santos me perdone por contradecirlo).
Gloria Cuartas es la más perfecta muestra de la impunidad. Los más temibles criminales sueñan con tener la protección que tiene esta señora por parte de jueces y fiscales; una extraña “estrella” de la buena suerte que hace que a la Cuartas se le precluyan los procesos, los refundan o, lo más terrible, que los testigos en contra suya aparezcan descuartizados flotando en los ríos, con las vísceras desparramadas y a medio devorar por carroñeros de toda índole.
Tan espantoso eso, como el que Gloria Cuartas no pretenda ni siquiera ocultar su militancia arengando en público exigencias para que el presidente Uribe liberara al temible guerrillero de las FARC, el narcoterrorista Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, alias “Simón Trinidad”.
Gloria Cuartas fue acusada muchas veces de desviar recursos del municipio para entregárselos a las FARC. ¡Qué maravillas podrá hacer con presupuestos mucho más importantes desde la dirección del Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal –IDPAC-..!
Por supuesto, quienes tuvieron la valentía de denunciarla, terminaron asesinados.
Por ejemplo, Roger Castaño García la denunció ante la Fiscalía y apareció muerto después de que Gloria Cuartas visitara la Fiscalía Cuarta de Medellín. También tenemos a Humberto Antonio Mendoza Castilla, asesinado también después de haber declarado ser testigo de las reuniones de la Cuartas con alias “el Manteco” segundo comandante del Frente V de las FARC, para planear fechorías innombrables.
Igual “mala suerte” corrieron el guerrillero desmovilizado Miguel Custodio Arias, quien además de desenmascarar a Gloria Cuartas, contó que el Partido Comunista y todos sus hijos políticos trabajan mancomunadamente y han patrocinado el accionar terroristas de las FARC desviando recursos públicos hacia las filas de estos asesinos.
John José Uriel Uribe fue asesinado luego de haber denunciado que en el automóvil de la Alcaldía de Apartadó (ocupada por Gloria Cuartas) se cobraban las extorsiones a los comerciantes de la región.
Eucaris Areiza de López también atestiguó y fue horripilantemente masacrada junto a otros ocho campesinos, después de haber testificado ante el Gaula.
Jorge Albeiro Mejía Bedoya, fue degollado luego de haber denunciado cómo Gloria Cuartas había ordenado el asesinato de varios campesinos, y de cómo se había reunido con alias Karina donde se hicieron la promesa mutua de jamás abandonar la lucha armada.
No todos los testigos en contra de Gloria Cuartas han podido ser asesinados. Sigue viva alias Karina, y sigue vivo alias “Samir” ex jefe del Frente V de las FARC, quien relata sobre reuniones de la guerrilla con Gloria Cuartas, señalándola a ella y al cura Giraldo, junto con la hermana Clara, como miembros apoyadores de esta guerrilla comunista.
Así que mientras decenas de personas fueron descuartizadas o degolladas luego de haber acusado a Gloria Cuartas de haber planeado y ordenado –junto a miembros del Partido Comunista- asesinatos selectivos y masacres de sus opositores, la alcaldesa de Bogotá, Clara López Obregón la premia nombrándola en un cargo público desde el cual –supongo yo- podrá dedicarse a lo que se dedicaba en Apartadó.
El Polo Democrático, comunista hasta los tuétanos no abandona todas las formas de lucha. Gustavo Petro, conocedor del escándalo que pronto sería evidente, se retira del Polo pero no abandona su ideología y, buscando engañar a los votantes bogotanos, intenta proyectar una imagen de decencia y rectitud que no le van. ¿Puede un terrorista que jamás pagó por sus crímenes convertirse de la noche a la mañana en una persona proba..? ¿Puede un despiadado que planeó el asesinato de civiles en la Toma del Palacio de Justicia, lograr que la ciudadanía olvide esos crímenes y voten por él..? Petro cree que sí.
Y Gloria Cuartas también lo cree.
El Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal es un botín deseable gracias a la facilidad con la que se pueden desviar recursos importantes hacia donde se desee, ya sea hacia grupos armados o hacia campañas políticas.
Gloria Cuartas es, sin duda alguna, la persona ideal para ese estratégico cargo. Así lo podrán atestiguar alias Karina y alias Samir.
Y así lo puede atestiguar el camarada Santos, quien aseguró con desparpajo que “la grandeza de estas mujeres (se refiere a Gloria Cuartas y otras) será esencial entonces para reconstruir a Colombia” “Su acción ha sido de irrestricto respaldo a la población civil indefensa. La suya ha sido una gestión inquebrantable en favor de la masa de campesinos pobres…”
Santos no se cohíbe de ningún elogio contra esta señora, no se sonroja siquiera al escribir, en septiembre de 1996, cuando ya se sabía ampliamente de los vínculos de Gloria Cuartas con las FARC:
“Es necesario que todos los colombianos reconozcamos el real significado que tiene Gloria Cuartas en el actual panorama de la crisis colombiana.. (..) Su liderazgo es auténticamente popular y su causa, allí en el convulsionado núcleo del Urabá, rebasa los límites nacionales y alcanza significación universal…” (El Tiempo, sep. 13 de 1996)
Vaya, vaya… Ya podemos entender un poco más por qué el tirano de Miraflores es su nuevo mejor amigo. ¿Qué dirán de esto las viudas y huérfanos de los masacrados, esos valientes que se atrevieron a denunciar a Gloria Cuartas y lo pagaron con sus vidas…?
Julio 03 de 2011
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