/Yo debería haber sentido tu rencor,/ pero estaba dolido en un juego que perdió el Once Caldas.../ yo quedé ciego en el camino de Damasco/ y en una taberna, voltee la mesa/..estaba en un éxtasis que ni Santa Teresa.../ debía haber roto tu cara,/ pero yo era un San Sebastián flechado.../más un Zé cualquiera ungido y mal pago../ Una escalera al cielo en la catedral de Manizales,/ y un aura de marginal muerto...(Barrabás...Querubines...)/ Me sentía un bárbaro teutón atacando y saqueando a Roma/ yo, un borracho panaca en estado de coma.../ Yo mismo, el chivo expiatorio,/ el testimonio ocular que no tiene nada que ver../ el condenado que no tiene nada que perder: mayordomo en la chanchada del suspenso,/
No hay comentarios:
Publicar un comentario