-En 1976, Fania Fénelon publicó su libro: The musicians of Auschwitz, una historia para contar, la suya, pues en 1943 en Paris la Sra. Fénelon, cantante y pianista de cabaret, fue presa y llevada al infame campo femenino de Birkenau, parte del complejo de exterminio de Auschwitz, donde habría sido asesinada, como tantos otros millones de judíos, si no hubiese sido por sus dotes musicales. Como conocía Madame Butterfly y tocaba piano fue reclutada para la orquesta de mujeres de Auschwitz, para servir a los atareados burócratas nazis y como acompañamiento en las horas que los prisioneros iniciaban su marcha para el trabajo o para las cámaras de gas y hasta es posible, digo yo que soy muy mal pensado, para que el Dr. Joseph Mengele evaluara los efectos de la música sobre los internados en las càmaras de gas. Grandes apreciadores de la música, faceta curiosa del pueblo teutónico, y gracias a ello, 47 mujeres judías de toda Europa consiguieron sobrevivir. La mancha del Holocausto perseguirà siempre al pueblo alemàn. El relato de Fania se lee de un tirón. No se comprende por qué esperó 30 años para contar la historia? Parece que hubo algo de oportunismo. Cuatro otras sobrevivientes de la orquesta consiguieron que Fania retirara algunos pasajes importantes de su libro. La Sra. Anita Lasker, que en 1976 tocaba violoncelo en la orquesta de Cámara Inglesa, insistió que: No fue así y que Alma Rose, regente de la orquesta, de Mahler, mostrada en el libro como una mujer imponiendo una cruel disciplina, fue quien, en verdad, las ayudó a sobrevivir. Fania era agradable y talentosa, pero no tenía la personalidad y la fuerza de Alma, quien era la que tenía el respeto de todos, inclusive de las SS.
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