¿Qué será lo que quiere el negro?

-La hora de la verdad: Lo afirma Londoño, cree saber, yo también, que sabemos que quiere  el negro de La Habana, enriquito, el comunista del Chicó, el poder en la sombra. Los acuerdos con las farc no necesitan referendo, para qué? Carajos, de la Calle y su combo, timo y Jaramillo, los becarios de la U. Patricio Lumumba de Moscú, en los tiempos idílicos del comunismo soviético, ciertamente nos dan lecciones de democracia. Ese compromiso del 2012 en que sostuvieron que el pueblo colombiano tendría la última palabra en la refrendación de los acuerdos. Término que no les gustó a los próceres de L.H. luego se cambió a plebiscito con un umbral de votos del 25 %, esto es, 4 millones, menos de lo legal, según la constitución. Un plebiscito similar a los que utilizaron Hitler, Mussolini, Napoleón, César, con éxito, of course. Sin embargo, parece, dudan, no están seguros. De la Calle, el de las juventudes comunistas de su tiempo, sale ahora a decir que esto del plebiscito tampoco se necesita. Estos hombres de L.H. son prodigiosos, un nuevo engendro, una infamia, por supuesto. La paz es un derecho fundamental, lo dice la Constitución del 91, para qué perder tiempo en consultas. Lo que quieren es llevarnos a un socialismo siglo 21, a un chavismo, o a un régimen como el de Castro. "Ya voy Toño" decíamos de jóvenes. NO NOS CREAN TAN PENDEJOS, como decimos hoy, Edelsio, Choachí.
-Vivanco, de Human Rights Watch: No acepta una justicia especial para las farc que brinden impunidad y cero justicia para las víctimas de delitos atroces cometidos por la narcoguerrilla de las farc. En igual sentido se pronuncia el Secretario General de la OEA. Se comprende, pues, porque escogen a la Celac como organismo de verificación de los acuerdos, organismo castro-chavista, a cuyo director, Ernesto Samper, EU le quitó la visa.
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