MANUELITA

-"Sé que aún tienes mucha disposición hacia mí y que has aprendido todas las artes de la estrategia en el amor. Esto ha creado una deliciosa intimidad de pensamientos y afectos mutuos que son ahora para mí un grato motivo de felicidad. Sigues siendo la joya sagrada y sensual llena de encantos y atributos de belleza. Pues bien, mi querida amiga, yo sigo pensando y gozando de mi imaginación. ! viva el amor en el raso y la seda, las camas mullidas con blandos colchones, los terciopelos rojos, las alfombras !, la gloria de ver a una mujer más linda  que Cleopatra, ejerciendo todo el poder de sus encantos sobre mis sentidos.....Me atraen profundamente tus ojos negros y vivaces.......me embriago, sí, contemplando tu hermoso cuerpo desnudo y perfumado......En hacerte el amor sobre las rudimentarias pieles y alfombras de campaña. Todo esto es una obsesión. La más intensa de las emociones. ¿Qué he de hacer? Tu ensoñación me envuelve en el deseo febril de mis noches de delirio La moral, como tu dices en este mundo es relativa......, debemos atender el llamado de nuestros corazones. Soy tuyo de alma", Simón, Cuartel de Tunja, junio 16 de 1825.
Carta que deja ver la voluptuosidad de esos amores, escrita  un sábado, hoy hace 187 años. Palabras  que yo, Anselmo, desde El pasca, me atrevo, hago mías, perdona Edelsio y dedico a la mujer que amé y que me dejó. Hoy palpo con nostalgia los bordados hechos en punto de cruz que ella hizo para mí. Recuerdo su sonrisa, sus manos, sus cabellos abundantes, la echo de menos, no hay rencor, ni  reproches, sin embargo, es mi corazón el que no quiere callar.
-Bueno es también recordar apartes de  la respuesta de Manuelita:  " Mi amor idolatrado: Luego de leer con viva emoción tu carta me he puesto a reír, cantar, llorar y bailar de emoción y alegría......Déjeme usted estar feliz con mis caprichos que luego contaré con detalles a Usted,  sé que Usted gozará en inmensidad de sus placeres mentales peregrinos. Bastante bien se ha llevado Usted mi imagen, pues no la pierda nunca. Sigo siendo bella, provocativa, sensual y deliciosa. ! Ah, mis encantos son suyos y cualquier sacrificio no sería nada, con la proximidad de Usted. Tiene su recuerdo tal cúmulo de retratos que me hacen ruborizar pero de deseo, sin romper mi intimidad o mi modestia. Presto he terminado la lectura de su carta y me dedico a contestarla en la invariable seguridad de que Usted me seguirá escribiendo cartas de amor que son el pretexto de seguir con vida. Lo amo tanto que me sentí morir cuando partió. Yo no podría vivir sin siquiera recibir alguna noticia suya. ¿Ve Usted mi vehemencia con lo que pienso? Suya, Manuela, Lima 14 de Julio de 1825.
-E.P, Edelsio: Observo en estas cartas que Manuela no tutea al libertador. Qué sabrosos eran esos tiempos en que recibíamos cartas de los padres, los amigos, las amantes. La ilusión de antes, la llegada del cartero, se perdió. A los buzones solo llega publicidad y cuentas de cobro, lo demás, llega por el maldito internet. Somos robots receptores de la informática y analfabetos en el arte de expresar nuestras emociones por escrito. ! Qué demostraciones de amor entre esos dos grandes personajes de nuestra Historia !. Lamentable que los santanderistas de entonces, los abogados de los colegios Rosario y San Bartolomé, dirigieran sus odios y sus pequeñeces contra los dos.Manuela murió en la costa peruana de peste, en Mayte, un pueblo miserable, olvidada de todos, hasta de su ex-esposo inglés, odiada como lo fueron Bolívar y Sucre, este último asesinado por el santanderista, o liberal que es lo mismo, Obando. Siempre amó a su Libertador al que lo salvó del atentado contra él organizado por Santander, por fortuna, nos ahorró esa verguenza. El Pasca opina que les tocó vivir en medio de enanos. A ti no hay nada que perdonarte, mi caro Anselmo, el destino cambió tu suerte, la amabas mucho, ciertamente,  como diría cualquier canción, de esas que tanto disfrutábamos en las cantinas del Viejo Caldas.¿Recuerdas la canción, Corazón porque no callas?"Mira que me estoy muriendo. Pensé que no la quería. Hoy veo que no es así. Ya tu cariño nada me importa, mi corazón te olvidó para siempre". A la que olvida hay que olvidar, mi carísimo Anselmo. Tiempos que se fueron para siempre, lamentablemente.
Querido Anselmo, gracias por tu relato, debería cerrar aquí, pero no me aguanto las ganas de transcribir algunos trozos de las encendidas cartas de amor que mi abuelo, Ricardo Ramírez, le escribía a mi abuela:
-"confieso sin ninguna pena,/ que así como el sol le gusta a las flóres,/ a mí me gusta Florentina Arenas." Siempre escribía, así no tuviera nada que contar, pero rellenaba los espacios en blanco de sus cartas con pendejadas como esta: "Confieso con mucho afán y sentimiento profundo, que soy lo más rico que Dios ha puesto en el mundo" Y remato: por fortuna se murieron los abuelos, pues no llego a imaginar lo que sufrirían al ver como los santanderistas de hoy, con JMS a la cabeza, sacan un Marco para la paz con impunidad total para los criminales de las Farc y el Eln.