Todo lo que se mueve alrededor de nuestro Juan Manuel y su esplendorosa esposa se corresponde muy bien con su rancia y orejona clase social bogotana, los que, desde siempre, han disfrutado de las mieles del poder, arrogante, mentiroso y traidor al uribismo, el que lo puso en el poder. El centralismo rolo no le perdona a Alvaro Uribe, un hombre campechano, franco, siempre en contacto, en la plaza pública, con su pueblo, los 8 años de gobierno, su popularidad, que aún hoy se mantiene cerca del 70 %. El mejor presidente que ha tenido Colombia, según encuesta realizada por The History Channel. Su sistema político ideal, el de Santos, por supuesto, es el que le permite comprar voluntades, untando de mermelada a los políticos de todo pelambre, como dijo uno de sus Ministros, con el dinero de la Nación. La reunión de la Alianza Pacífico no podía ser celebrada en lugar distinto a la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena de Indias, en el Océano Atlántico. Un lugar tranquilo para beatiful people como él y los líderes de Chile, Perú y Mexico. The ugly people, la gente de Buenaventura y Tumaco, gente humilde, ellos sí en nuestra costa pacífica, no tienen algo parecido a Cartagena. Sus picnics en los fines de semana lo hacen en las playas litorales, llevando como siempre gallina y mandioca. No tienen un lugar parecido a la Casa de Huéspedes, pero sí lo hubieran podido hacer, por supuesto, incluso en Cali, que, caramba, está en la vertiente pacífica, Mr. President. Un gentleman como usted, que vivió en Londres muchos años por cuenta de la Federación de Cafeteros, hombre de un inglés exquisito, dicen los que lo conocen, hombre de clubes cerrados, frecuentados por gente rica, protegidos de la curiosidad de los viles mortales, no se presenta en plazas públicas porque lo chiflan. Las invitaciones a lo más expresivo de la política nacional, léase los beneficiados con la mermelada oficial, los contratos, la burocracia departamental, los puestos, gente del partido liberal, dijo recientemente: Yo siempre me he sentido liberal, y los de la U bre, los traidores. Todos recibieron sus invitaciones en pergaminos de colores negro y plata. 500 convidados. La reunión de la Alianza Pacífica y sus paniaguados comenzó cerca a la piscina, dicen los columnistas sociales. Fue regado con Moet et Chandor Brut Imperial. El buffet de 12 platos, entre los cuales sobresalía el medaillon de langouste y cocktail de crevettes, fue un suceso total. Inmenso, pero de poca imaginación diría alguno. No importa, the beatiful people no estaba allí para comer, nadie reclamó, tal vez porque era gratuito y hasta los ricos gustan de comida gratis. A las 3 de la mañana, todos y todas, muy animados y animadas, ellas, se sirvió un espagueti preparado por el maitre patissier Gilles Grunit, una de sus especialidades, y puesto que había la garantía de que el paté había sido preparado por el Mestre gilles todos se hartaron. El evento terminó cuando salió la Aurora, la de rosáceos dedos, como la denominaba Homero, a la misma hora en que unos hijos de puta de las farc mataban a cinco soldados de nuestro muy querido ejército. Todo resultó muy barato, apenas 5 mil dólares por cabeza. Óptimo todo, finalmente, después de 3 años de desgobierno, Juan Manuel y la anfitriona de este evento, su dignísima esposa, le demostraron al mundo que la heróica Cartagena de Indias forma parte de la Cuenca del Océano Pacífico.
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