-Iniciamos el mes con las zalamerías entre los presidentes de México, Cuba y el Papa. Ciertamente fueron muy bien recibidas las palabras del Papa entre las gentes. Excelente fue su Español, claro y conciso. Brillante el mensaje que dejó entre líneas. Su reclamo a una mayor libertad para los cubanos, expresado con una muy sutil diplomacia. Bien por el Papa, lo reconocemos desde estas páginas, nosotros laicos, ciudadanos corrientes que nos hemos declarado no creyentes, que no creemos en fantasmas, ovnis, experiencias espiritistas, milagros, Dios, Satanás, el infierno, el purgatorio, los ángeles, etc. Al abandonar estas creencias hemos ensanchado nuestro horizonte, pisamos firme el suelo bajo nuestros pies, sentimos gran gratitud y rendimos homenaje a la gente que repudió esa limitación a la libertad humana, a su racionalidad, a su inteligencia, entre otros: Sócrates, Platón, Anaximandro, Aristarco, Leucipo, Demócrito, Epicuro, Omar Jayam, Galileo, Baruch Spinosa, Karl Marx, Carl Van Doren, Emma Goldman, Darwin, Einstein, Freud, Joseph Conrad, Bertrand Russel, Richard Dawkins, Benedetto Croce y Piergiorgio Odifreddi en Italia, Carl Sagan, Richard Friedman, Christopher Hitchens y los trabajos recientes en el campo de la Física Teórica, de Stephen Hawking y Leonard Mlodinow de las Universisades de Cambridge y California. Siendo la muerte un hecho seguro, la vida en la Tierra la vivimos más intensamente. En eso acompañamos al pie de la letra lo expresado por Ayaan Hirsi Ali, en su texto autobiográfico Infiel: " Tropezamos y nos levantamos, estamos tristes, confiados, inseguros, sentimos soledad, felicidad, amor....No hay nada más; pero tampoco quiero nada más". Esta valiente mujer vive actualmente en el exilio y el anonimato, como tantos enemigos de la abyecta ideología de la Yihad, tras huír del islamismo en su país natal.
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