-Triste imagen del Sargento de nuestro ejército llorando por la humillación sufrida en Toribío-Cauca. Olvidan estos indígenas del Cauca que hace muy poco Toribío quedó destrozado por las bombas lanzadas por las Farc a la población. Que en su último ataque, una de ellas cayó sobre una escuela y 3 niños resultaron víctimas. Que en innumerables hechos han asesinado a policías y soldados. Que son ellos los que ponen minas quiebrapatas e intimidan a la población. No son los militares, ni la policía, que están allí para combatir a esos asesinos y narcotraficantes que quieren tener un corredor de acceso al Pacífico para sacar la droga que se cultiva en territorio indígena. Ese terrorismo de las Farc nos concierne a todos y es nuestro ejército el que está allí para proteger a estos indios y hacer respetar un territorio. No pueden hacer del ejército un Rey de burlas. Nunca en la Historia de Colombia hubo un episodio en que se humillara y ofendiera a tal grado el honor de nuestros soldados. La responsabilidad de lo que ocurrió es de los Mandos militares, entre ellos, y el más importante, el comandante del ejército, General Mantilla, que si tiene algo de decencia, debería renunciar. Es responsable por no haber dado órdenes precisas a los soldados del Cerro de las Torres. No hubo instrucciones para que los soldados se hicieran respetar. Vimos con un dolor amargo de patria a unos soldados arrastrados, escupidos y molidos a palo. Han debido ordenar que se retiraran del Cerro y evitarle a los colombianos este triste espectáculo. Aquí en El Pasca, nos sentimos humillados y ofendidos, tanto con los Mandos ineptos del ejército y por el Mando político, inepto en grado sumo, del infante Juan Manuel, pero más aún, con esos Hijos de puta de los indígenas que se atrevieron a ultrajar y manosear a nuestro ejército. Lástima que no tengamos en el ejército a Generales como Mora Rangel, Montoya, Bedoya, Matamoros, Mario Correa, etc. Con ellos las cosas hubieran sido diferentes y mejores si combinadas con el respaldo político de un gobernante de carácter como Alvaro Uribe. Recordemos que a estos indígenas se les gira ciento cincuenta mil millones de pesos al año y que no existe un control ni se vigila la utilización de esos dineros por sus resguardos. Yo que soy muy mal pensado, creo que se los roban y los comparten con las Farc. Este territorio muy rico y fértil, los indígenas, desde la época de Belisario Betancur, se lo apropiaron a la brava, desplazaron e incluso mataron a muchos dueños de fincas, con la ayuda del frente Quintín Lame de las Farc, constituído, en buena parte, por indígenas. Un 30 % de las tierras cultivables del Cauca están en sus manos, con muy poco provecho, a decir verdad, en una región donde hay mucha pobreza.
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