MARCHA EN REVERSA DEL TIEMPO

-El mundo siempre ha reaccionado violentamente a los grandes descubrimientos. Cuando Nicolau Copérnico dijo que el centro del universo estaba más para el lado del sol que para el ombligo de cada uno, tuvo que soportar los más ultrajantes epítetos, entre ellos el de "espía solar, muñeca polaca y otros". Su teoría fue excomulgada por el Papa y creó algunos inconvenientes para los que creyeron en ella, como Giordano Bruno, que fue incinerado vivo y Galileo, que fue obligado y forzado a entrar en una especie de receso astronómico. La teoría de Darwin de que somos parientes y tenemos un antepasado común con los primates, fue ridiculizada pero entró Freud con otra más agresiva, que afirmaba que el hombre, en realidad, no es más que un "hijo de su madre". La contemporización solo vino con Einstein, al probar que todo es relativo. Aún así, muchos se rehusan a comprenderlo, no obstante la simplicidad de su raciocinio. De ahí, también, la dificultad con que se ha encontrado el físico japonés Sebastián Rodriguez Perez, de la Universidad de Yamamoto, en ver aceptada su teoría intitulada:  El tiempo avanza en reversa. El constató que los ramos de un buganville donde un pequeño pájaro posaba oscilaban levemente, luego después que el ave alzaba vuelo. Reparando bien, el notable científico percibió que los movimientos no tenían una orientación intrínseca. Por lo tanto, nada probaba que ellos ocuparan una posición en el tiempo, fuera en la dirección que fuera, tanto de arriba para abajo, o en viceversa, de atrás para el frente, etc. Lo mimo si consideraba factores externos, como la presión del viento o el impacto de una pedrada. Este hecho, aparentemente insignificante,  fue lo que bastó para que Rodríguez edificase toda su revolucionaria teoría: todos los acontecimientos del universo se desenvuelven en el pasado teniendo el futuro como origen. Un terrible caos provocó  la teoría del Tempum Retro en los medios científicos, pero cada día se torna mayor el número de sus adeptos. Hoy se acepta que los acontecimientos se desarrollan al contrario. Las explosiones son en verdad implosiones. Los seres vivos nacen y son polvo de estrellas y a partir de la vejez inician lo que los economistas clasifican como crecimiento negativo, como el rabo de los caballos, para abajo y para atrás. En este proceso desasimilan elementos que se transforman en seres orgánicos. La cultura y la civilización se encaminan para el pasado y todas las energías del universo convergen para las estrellas. Pero cómo es que el hombre se dejó engañar por tanto tiempo por esa inversión? Los sicólogos del Pasca aclaran que el Homo Sapiens se encuentra bien dotado de clarividencia. Así, nosotros prevemos que lo que llamamos pasado es en la verdad el futuro, mientras que nos olvidamos de los acontecimientos  que llamamos futuro, que no pasan de ser un pasado.
Artículo original del Profesor Edson Braga Rocha, modificado y adaptado para el Pasca, Anselmo, Choachí.