-"Se oye un grito en Ramá, lamentos y un amargo llanto. Es Raquel que llora por sus hijos y no quiere ser consolada: !sus hijos ya no existen!" (Jeremías 31.15). Asistimos impotentes cómo se aniquilan a las personas por esta justicia nuestra vengativa, digna del terrorismo estalinista que se ha incrustado como un cáncer entre nuestros jueces. Qué podemos decir de esta Sala del Tribunal Superior de Bogotá que condena a todo un ejército a la humillación pública de pedir perdón por unos delitos que no cometieron? Perdón por haber librado una batalla por Colombia, por la legalidad, para salvar el decoro y la Justicia amenazada, por salvar a la Nación del asalto de unos criminales del M-19, financiado con armas y dinero por Pablo Escobar, el peor criminal que ha tenido el país, por rescatar a casi 300 personas del Palacio de Justicia? Delincuentes que entraron al palacio matando, ellos los secuestradores y asesinos de gente de bien, querían juzgar al presidente Betancur. El magistrado que estudió exhaustivamente el expediente, Hermes Lara, consideró no había pruebas concluyentes, mientras que los magistrados Pareja y Alberto Poveda, el patrocinado por Yecid Ramírez, enemigo acérrimo del uribismo, lo condenan. No hay una sola prueba. Que tiene que ver el Coronel Plazas con la desaparición de un tal Carlos Rodríguez y la guerrillera Irma Franco, él que le puso el pecho a las balas. Además, los testigos: Gómez Mazuera, ex-policía corrupto, hoy fuera del país, a lo mejor por cuenta de nosostros, resultó mentiroso y hasta la propia fiscal lo tuvo que reconocer así; Tirso Saénz del que ya tratamos en este blog, fue sobornado por la fiscal Angela Buitrago que le incumplió, eso se supo, sigue en la cárcel de Cómbita, y un Cabo Villareal, o Villamizar, que no firmó ningún documento elaborado por la fiscal y un procurador delegado, que no estuvo en Bogotá, que estaba en Granada, Meta, que la firma que aparece no es la suya., afirmación que hace ante el Procurador Ordóñez, se encuentra escondido porque dice que el CTI de la fiscalía lo puede matar. Que tampoco hubo desaparecidos, como lo afirma un profesor de Antropología de la U. Nacional que recibió los cadáveres de la gente del M-19, pero no de civiles que se quedaron en la fiscalía, etc. Quisiera ser creyente, como el criminal Lucio, hoy pastor de la Iglesia La Roca, y su esposa inválida, Viviane, para poder decir: Que Dios tenga piedad de sus conciencias. Cómo puede ser condenado el ejército si no formó parte en el proceso? Es tal la ignorancia de estos magistrados que quieren llevar ante la Corte Penal Internacional a Belisario y sus Ministros, cuando se sabe que esa corte solo puede ocuparse de hechos que ocurran despues del 2002. Mientras tanto, los vecinos del Palacio Liévano, alcaldía de Bogotá, Petro, Navarro, Bustamante, Morris, Vera Grave, los responsables del ataque al Palacio, se ríen de nosotros con la o, jo, jo, jo, jo como reían los bandidos en el Viejo Oeste, como reía tambien Jojoy. Lástima que hubieran muertos los héroes de mi juventud, Hopalong Cassidy, Buck Rogers, el LLanero Solitario, el Zorro, los que reían con la i y la e, je, je, je, ji, ji, ji, ji. Si estuvieran vivos, los traería a Colombia y ahí, entonces, si que temblarían de temor estos maleantes y malandrines de esta violenta justicia rastrera y ruin nuestra.
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