-Son los secuestrados más antiguos del mundo, 14 años lejos de sus madres, sus hijos, sus familias. Doña Virginia Franco, humilde mujer que vive en un barrio más humilde aún, en Ciudad Bolívar de Bogotá, guarda como un tesoro algunas cartas y artesanías que su hijo le ha hecho llegar. Su árbol de Navidad lo decora con botones y con la imagen de él y otros secuestrados. Esta mujer de 71 años, madre de otros 3 hijos, se ha enfrentado a diario a la indiferencia del gobierno y de la sociedad. Son 14 años de esfuerzos, incluso estuvo en El Caguán donde se entrevistó con ese asesino del "mono Jojoy", quien les dijo que lo iban a retener 10, 15 o 40 años. Sus marchas, su fe, no han superado su dolor. Este sufrimiento le ha cobrado su salud. Padece de cataratas y tuvo un pre-infarto. La misma situación la enfrenta su esposo, Don Eufrasio, vive deprimido, no le sale una palabra, sufre de los nervios, se congestiona. Cuando Alfonso conseguía permisos del ejército, llegaba a su casa y le decía: "mamá, por favor se recuesta, sacaba todo lo de la cocina, lavaba todo, barría, limpiaba, dice Doña Virginia", con una sonrisa que esos Hijos de puta de las Farc, esos asesinos y secuestradores, y los que los justifican, de gente humilde,no podrán apagar. Como todos los años, ruega que esta Navidad le traiga como regalo a su hijo. Ella se aferra a la figura del Divino Niño. El Pasquín es solidario con estos soldados de nuestro glorioso ejército, sus familias y, especialmente, con esta ilustre y dulce matrona a quien acompañamos con todo nuestro corazón, en estos días de Navidad que deberían ser de paz y sosiego para todos los colombianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario