Celebración de la toma, dicen hoy los cubanos, pero en realidad la mayoría de asaltantes murieron y otros como Fidel cayeron presos. El pueblo cubano no tiene nada que celebrar este 25 de Julio. Fidel en esa dictadura de Batista, que lo era, se le permitió la defensa y todos salieron libres antes de un año. Que diferencia con lo que ocurrió después con la dictadura comunista de los Castro en que en el primer mes del triunfo de la revolución fusilaron a 1500 disidentes, entre ellos muchos oficiales del ejército batistiano. Batista nunca fusiló a nadie y no tuvo quien lo apoyara, ni Estados Unidos ni su propio ejército que estaba desmoralizado. Fidel en sus primeros discursos proclamaba volver a la democracia y permitir elecciones libres y se cuidó durante un tiempo de decir que era comunista. Comunismo que por cierto tenía muy pocos partidarios en la isla. Así pues, engañó a su propia gente, entre ellos a Huber Matos y a Camilo Cienfuegos que no lo eran. Al primero lo condenó a 20 años de prisión que cumplió rigorosamente y hoy creo vive en los E.U. y el segundo murió, dicen, en un accidente de aviación en la que nunca se supo en que avión pues no apareció. Raro, no?, el más popular de los revolucionarios, hombre de gran simpatía, hombre del pueblo. A Fidel no le agradó nunca esa popularidad. Los únicos comunistas que todo el mundo sabía que lo eran eran El che y Raul Castro.
En cuanto al CHÉ me ocuparé de él proximamente en que se celebra su muerte en Bolivia, pero diré que era mal médico y peor revolucionario. En los sitios en que estuvo, la República del Congo, donde había unos negritos al mando de un tal Kabila, no pudo ganarse la voluntad de ninguno y fué derrotado por fuerzas sudafricanas al mando de un mercenario inglés y en Bolivia en una región donde predominaban los indios guaraníes ordenó a sus hombres que aprendieran quechua. De modo que allí no se ganó a un campesino para su causa. Un desastre este argentino que como Maradona no fué capaz de ganarse un espacio ni tener una sola victoria sobre un ejército boliviano que terminó rodeándolo, siendo que un grupo de ese ejército al mando de un Capitán Parada lo capturó a él y a un cubano que lamentablemente no recuerdo. Los demás cubanos y algunos bolivianos que lo acompañaban murieron, ellos si respetaron sus consejos de que un guerrillero no se entrega. Lo que narra Parada fué que el Che gritó que no lo mataran, que él era más importante para el gobierno Boliviano vivo que muerto. Qué heroismo, carajo. Lo cierto fué que el General Barrientos ordenó su muerte y fué rematado en la Escuela de la Higuera. Y paradojas de la Historia, el gobierno de Estados Unidos pidió a Bolivia que se lo entregaran para juzgarlo en Panamá por los numerosos asesinatos que este hombre cometió cuando era director de la cárcel de La Cabaña, en Cuba, donde personalmente, él lo reconoció despues y existen muchos testimonios y pruebas, mató él mismo a 175 disidentes, incluso unos jóvenes de 14 y 15 años cuyo único delito fué el de pintar grafitis en contra de la revolución en las calles de La Habana, y ordenó el fusilamiento de 1500 presos en juicios sumarísimos. Personaje siniestro éste. Incluso reconoce en su diario la muerte de compañeros suyos en la Sierra Maestra, doce que él mató personalmente. Si los jóvenes de ayer y hoy conocieran estos hechos no se pondrían la camiseta con la efigie de un hombre que fracasó en todos los cargos que tuvo en la Isla, donde además de mal carcelero, acabó con la industria que había en Cuba cuando fué Ministro de Industria y luego como Director del Banco Nacional de Cuba ocasionando un desastre financiero, pues puso en la calle a los que sabían del oficio y los reemplazó por barbudos. Un hombre que nunca supo lo que era un cheque.
EL PASQUIN
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