GUERRA POLITICA Y JURIDICA

-Rafael Nieto Loaiza, ilustre internacionalista, se refiere a esa guerra jurídica contra nuestro ejército y contra el uribismo. Dice que los combates, en esta guerra que se libra contra terroristas en Colombia, debe juzgarse con el Derecho internacional humanitario y por la Justicia Penal Militar, pues son los militares los que pueden evaluar mejor sus acciones, tal como ocurre en todos los países del mundo. Aquí se ha producido una crisis en la moral y en el accionar de los soldados. Sienten que no tienen quien los defienda de los fallos sesgados que han proferido los jueces, con un alto contenido ideológico, contra ellos, de forma bellaca y con eso reconocen les han metido miedo. Esto, digo yo, al mejor estilo de la LUBIANKA rusa, a la que seguramente admiran estos jueces venales. Y me parece,  se lamentan, no poder  matarlos con un tiro en la nuca, como hacían los esbirros de la tenebrosa KGB.  Y están aplicando unas tesis como las de un tal Roxim, alemán, que afirmaba que todo el aparato del mando nazista fue responsable del asesinato de judíos, rusos, ucranianos, gitanos, testigos de Jehova, débiles mentales, etc. Y eso, hasta cierto punto, es válido. Pero aquí, con esa tesis pretenden judicializar a las cabezas del ejército, la Fuerza Aérea y el DAS. Al General Arias Cabrales, responsable de la operación contra el M-19 en el Palacio de Justicia, al General Rito Alejo del Río, condenado por la muerte de un campesino en un lugar situado a 200 km de su Batallón, la condena de Jorge Noguera, ex-director del DAS, por la muerte de un auxiliador de las Farc, en la que los paras se abjudicaron su muerte y por el testimonio de un delincuente que hoy se encuentra libre, en Venezuela, Rafael García,  al Coronel Mejía Gutiérrez, condenado con base en el testimonio de un Sargento al que Mejía sorprendió robando armas para dárselas a las AUC , al ex-gobernador Pimiento, Mario Uribe y otros tantos políticos uribistas, condenados todos y con penas de hasta 46 años, como la del Mayor Ordóñez, los tripulantes de un helicóptero en el Casanare, los soldados del ejército en Jamundí, ya citados anteriormente en este blog, etc, Estos jueces mamertos, alunnos fieles del ex-fiscal Gómez Méndez, quien los metió en las cortes y las fiscalías, son enemigos de la única fuerza que en nuestro país los ha acorralado y son admiradores, claro está, del partido comunista clandestino y  siguen considerando viable, como no,  la combinación de todas las formas de lucha, entre ellas  la mentira. Para ellos el ejército, la Fuerza Aérea y  el DAS son empresas criminales. Y en estos días, gracias al periódico El Colombiano de Medellín, se supo que el CTI de la fiscalía, en marzo del 2010, produjo un documento en que afirma que los convenios celebrados entre el IICA y el Ministerio de Agricultura son válidos y ajustados a la ley. De esto se acusa  a Andrés Felipe Arias, que no podía hacerlo sin licitación, el hombre que gracias a su trabajo incrementó la producción de alimentos en el país en un millón de hectáreas. Un hombre íntegro, austero, muy religioso, un verdadero paradigma de honestidad y, por supuesto, inocente,  hoy está en la cárcel, a pesar de  que no ha sido aún juzgado, pero que la fiscal cristiana, Vivian Morales, amante o esposa de un criminal amnistiado del M-19, Carlos Alonso Lucio, lo considera  un peligro para la sociedad, más peligroso que su consorte. Mientras que en una de esas revistas del Jet Set vimos a la ex-reina de la familia Dávila, los que dividieron su propiedad para conseguir un mayor crédito en el programa de Riego en que participaban, engañando al IICA y al Ministerio de Agricultura, disfrutando en un yate de los placeres que ciertamente ofrece nuestra Costa Atlántica. Claro está, devolvieron el dinero. El Ministerio no perdió un solo peso. En estos días circula una publicación bellísima del Ministerio de Agricultura: Cadenas Productivas 2002-2010 y adivinen quien la firma: Juan Camilo Restrepo, el que va a actuar como una víctima de Andrés Felipe Arias. Que sucio y perverso es este personaje, o no?. Se roba el mérito de otros y luego dicen que JMS no pelea con Uribe. BELLACOS. Y recordemos que el juez que mandó a la cárcel a Andrés Felipe Arias es un ahijado  del magistrado  Yesid Ramírez, el hombre que en un agasajo que le hicieron en Neiva, sus amigos juristas y un tal Asencio Reyes, amigo íntimo de Iguarán y amigo de un mafioso, Giorgio Sale, amigo de ellos también, mafioso que tenía en verdad detalles divinos con las esposas de algunos de estos ilustres juristas, mafioso que regalaba lujosos relojes digno de ellos, que los llevó con todos los gastos pagos de turismo a Barranquilla, Sincelejo, Santa Marta, mafioso que entraba a la corte como Pedro por su casa, dejó muy claro, en un encendido discurso, que al presidente Alvaro Uribe había que tumbarlo.  Cómo es posible que Iguarán, Mendoza Diago y la actual fiscal hayan hecho caso omiso de este documento ? Y cómo es que cierta revista, ciertos periódicos y todos los noticieros lo siguen ignorando ? De esto se desprende que a Andrés Felipe Arias y a sus asesores en el Ministerio los van a juzgar sus enemigos de toga y birrete.  Al policía, que por error, mató a un grafitero lo va a juzgar la Justicia Penal Militar, gracias al General Naranjo. A él si le temen. Cuando será que los comandantes del ejército defenderán a sus hombres ? En la fotografia con la  que encabezamos esta crónica, aparecen dos enemigos encarnizados de todo lo que significó el uribismo en nuestro país, los magistrados de la CSJ,  Yesid Ramírez y Valencia Copete.