En Cali acaban de ser condenados a 46 años el Mayor del ejército Mauricio Ordóñez, el Capitán Arias, el teniente Galeano, un Sargento y 5 soldados profesionales, por hechos ocurridos en el 2007, cuando actuaron a petición de los propietarios de una Mina que informaron sobre la presencia de 4 delincuentes armados que los intimidaban a ellos y a gente de la región. Se conocen las grabaciones de las llamadas hechas por un Señor Fernández de Soto al Gaula,y por testimonio de un testigo, "pitirri" que está por fuera del país, sostenido con los dineros nuestros, como otros famosos enviados al Canadá, que afirmó fueron masacrados, un falso positivo más. En la noche se produce el enfrentamiento, se dan de baja a 4 delincuentes.El Mayor que dió la orden, un suboficial y un soldado profesional, que no estuvieron en la operación, están tambien incluídos en esta inicua condena. El fiscal de la causa afirma que el perfil de los militares, todos ellos con hojas de servicio brillantes, por su actuación en contra de los amigos de esos jueces mamertos, en su opinión, tienen el perfil preciso para pervertir las normas de Derecho. Esto es, solo por ser combatientes distinguidos a servicio de Colombia, por su preparación militar, son unos delincuentes. Incluso, uno de los ingenieros de la mina fue asesinado un mes despues de los hechos. Amargamente dice el Mayor Ordóñez: "SI NO HUBIERA HECHO NADA HOY ESTARIA LLEVANDO MI HIJA AL COLEGIO. Esta es una prueba más de la desmoralización de nuestros hombres y de la necesidad de que a nuestros militares los juzgue la Justicia Penal Militar, como ocurre en todo el mundo. Sin embargo, en la reforma a la justicia propuesta por el gobierno a las cortes y al congreso, bastó que se opusieran unos pocos, entre ellos el representante de la Onu y los mamertos de siempre, para que el gobierno, en su afán de estar de acuerdo con todos, principalmente con los amigos de las Farc y el Eln, hoy sus aliados y con esa falta de pantalones de JMS y su Ministro del Interior, la retiró. Es, en verdad, un triste horizonte el que nos espera. Despues de 8 años de plena seguridad, de vigencia del imperio de la ley y el orden, con Alvaro Uribe, las huelgas se suceden, las extorsiones, el envalentonamiento de las Farc, los ataques a la infraestructura petrolera del país, etc. Y parece que los comandantes del ejército no apoyan a sus hombres en esa guerra jurídica que los está venciendo. Tal vez no la entienden. Ayer en Corinto, Cauca, volaron un vehículo y remataron a 7 soldados indefensos. Otro soldado fue muerto por un francotirador. En Planadas, Tolima, mataron a otro soldado profesional. Todos los días mueren soldados profesionales en las selvas del país. Y cuando se producen bajas en esos bandidos, ciertos colectivos de abogados comunistas como el Alvear Restrepo, fiscales y jueces, los condenan, porque siempre resultan las madres, las esposas, los amigos, que afirman, comprados con dineros nuestros, que eran pobres agricultores muertos por ese ejército de asesinos que tenemos. Son ellos, los jueces y el colectivo, unos hijos de puta, en verdad, por que tienen merecimientos sobrados para serlo, no por sus madres.
Desde estas colunnas, en este blog, sentimos esas pérdidas como nuestras, la de esos 8 hombres del ejército asesinados por esos bandidos. No tenemos sus nombres para relacionarlos aquí. Quisiéramos creer en un Dios que los acoja. No tenemos esa esperanza. De cualquier manera: que descansen en paz. Gracias por dar la vida por Colombia.
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