LA VIAGRA - ABAJO LOS HOMBRES

-Eres el mar o la mar?, se preguntaba el poeta. Los que nombran la mar son los que la aman. Los indiferentes dicen el mar. Igual estoy yo ahora que no se decir si el viagra o la viagra. Me parece tiene más sentido llamarle la viagra. Los machos nuestros hasta piden que la receten en las EPS. Desde que el mundo es mundo, dice Jaime Campmany, el hombre ha consumido parte de su energía en descubrir algún elixir milagroso para remediar el desmayo de la virilidad. El afrodisiaco ha sido buscado por los hombres con mucho empeño. Hay quien dice que las ostras potencian la fuerza viril. Yo que me he metido hasta  2 docenas de ostras puedo afirmar que no sirve. Tampoco los mariscos. Pero si sirve el vino chileno Santa Catalina que  lo considero muy benéfico para el ajetreo sexual, en conjunto con media pastilla azul de viagra. Hay quien dice que la viagra puede producir trastornos circulatorios, pero prefiero usarlo antes que morir de inanición y  de cualquier forma,  sería sublime  el morir  así, consumido de amor.
-Los cintícos de la genética que han obtenido éxitos enormes con la clonación de ovejas y otros animales, parece han descubierto la manera de obtener un embrión de mico o macaco a partir del óvulo de la hembra, sin necesidad de la esperma del macho y puesto que son nuestros parientes más próximos, los machos del genero humano no serviremos para nada, ni siquiera para fecundar a la hembra, que es lo único para que sirven los zánganos. Tal vez por eso hay tanto guei saliendo del closet. Seremos hombres-objeto, ya no nos necesitarán para que engendremos, ni como instrumentos de placer, porque se han inventado toda clase de juguetes eróticos que sustituyen y hasta superan el instrumento natural heredado de Adán.  Se cumplirá una ley implacable de la naturaleza. Los hombres eramos los reyes de la creación y creíamos reinar sobre todas las criaturas de la naturaleza, incluídas las mujeres. Y nos encontramos con que el mundo es un barco que navega hacia el " Abajo los hombres", por un mar sometido por las sirenas y una tierra donde triunfan las valquirias, las euménides, las sibilas, las vestales y las diosas. Seremos monos superfluos, dice el inolvidable Campmany, el que fue colaborador por muchos años del ABC, periódico español.
-Anselmo para el Pasquín, in memorian de Jaime campmany.