Le dicen el turco a este venezolano, hoy solicitado por extradición a los E.U. por narcotráfico y a Venezuela, no se por qué. Este señor ha hablado de sus relaciones con militares y gente del gobierno en Venezuela, buen núnero de ellos comprometidos con el acceso de droga desde Colombia, suministrado por las Farc y su envío a Africa y América Central. Yo me hago un vaticinio: Santos lo va a enviar a donde está su "nuevo y mejor amigo", palabras de él. Subestima el poder de E.U., aún cuando Obama sea un mequetrefe, en lo que respecta a su poco interés por América Latina. Recordemos que ya dijo que las bases nuestras, que iban a ser usadas para combatir desde el aire a los carteles de la droga, con tecnología de punta, no son prioritarias. Pero se le debe recordar al presidente Santos que le queda muy mal tanto reclinatorio hacia Venezuela por el pago de unos 600 millones de dólares que aún le deben a Colombia. Muy pronto sentimos saudade, dicen los brasileños, por el mejor presidente que ha tenido este país, hombre de carácter como solo hay uno, Alvaro Uribe. Ya estoy comenzando a arrepentirme de haber votado por Santos, un hombre con muchas sonrisas en su rostro. Quiere estar bien con todo el mundo y eso es imposible en un gobernante serio. Un hombre acostumbrado a los atajos como lo tilda uno de sus viejos amigos Daniel Samper. Un hombre bipolar lo define alguien. También lo es el comandante-camarada-paracaidista-presidente Hugo Chavez.
Me alejé del tema central de esta artículo: Walid Wakled. Es un hombre vital para E.U. que prefiere lo extraditen a E.U. Santos tiene ya temor, me parece a mí, de las rabietas de su nuevo amigazo, que más temprano que tarde le va a mostrar los dientes y mostrarse tal como lo conocemos: un enemigo de Colombia.
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