
-Querida Tía Tere: Por acá en Aposentos, una paz que da gusto, tranquilidad, salud óptima. Los médicos vecinos del conjunto, que competencia y dedicación: irreprochables discípulos de Galeno. Me cansé de morar en El Chicó y me mudé para algo mejor. Lo que me he ganado en el "open market" y en los contratos con Bogotá, es ezpeluznante de verdad. Me pasé muchos días viendo apartamentos, casas, comparando financiamentos, hasta que encontré esta bellezura al norte-norte de la ciudad. Un horizonte de veras sin límites. Precios a partir 2 mil millones, una bicoca en verdad. Lujo a nivel internacional, fachada en mármol y cerámica decorativa. Las esquadrarías en aluminio anodizado con vidrio fumé. En la entrada, hall social entapetado, paredes en mármol beige y bañeros en cerámica portuguesa. Satisfacción pura.Un gusto extremo y, además, hay salón noble, sala comedor, toilette, 4 amplios dormitorios, una cocina que los constructores llaman de espacio generoso, que es como quien dice: da para hacer banquetes. Tres estacionamientos para acomodar el BMW, el lamborgini y uno para el volks de la empleada. He comprado artesanías colombianas lindas, almohadas sit down, reproducciones de Gauguin y Picasso, sake japonés, pisco peruano y tvs HD. Estoy en el mejor de los mundos, en este oásis de paz. Por ahí afuera, me dicen, el diablo está suelto: ataques a la fuerza pública, secuestros, desempleo, inflación, etc. En materia de comidas, solo frutos del mar, camarones, langosta, todo regado con vino blanco de Oporto y, a veces, en verdiño Barcelos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario